Sentada, intentando escribir desde mi portátil. Bajo la luz de la BlackBerry y el brillo de mis pulseras. Escuchando una canción, tras la que intento escribir sobre algo que no hable, de todo mi alrrededor. Estos momentos en el que mis ganas de escribir, la falta de ganas de hablar y la música hacen llevar la noche. Sigo pensando que la mejor medicina, para esos comecocos es reírme a carcajadas de mi misma. Estas noches en vela y las conversaciones que surgen. Me gustaría levantarme mañana, apagar mi BlackBerry sin poder ser encontrada, coger ese pañuelo y esas gafas y subirme en ese descapotable que me lleve a un lugar desconocido y de historias nuevas. Bañarme en esas playas cristalinas, beberme todos los cocteles de un trago y conocer a muchas personas de las que luego no vuelva a ver. Olvidar todos esos recuerdos, de los cuales algunos trajeron sonrisas o lágrimas. Mirar a través de esas ventañillas del tren y dejar que el viento se lo lleve todo. Hacer una locura y fumarme todas y cada una de esas razones que la vida te da. Ese pintalabios rojos y esos zapatos que tantas ganas me dieron y pocos motivos me dejarón. Que eso a lo que suelen llamar amor que te cala hondo y se va o a eso a lo que llaman mejores para siempre desapareciera aunque fuera por un momento.
Que si hay algo que ahora necesito, es tiempo y a ella. Esa viajera, que me enseño a crecer, a jugar y a cambiar todo con mi paso. Que estos 14 años no me ha dejado ni un solo momento sola. Esa soñadora que desde la barriguita me enseño a ser feliz.Sabe más de la vida y sus paradas. Si con sus 22 algo demuestra seguro, es que hasta el infinito y muchas más la tendré. Si algo más tengo que decir, es que no voy a ser como antes y si esperas lo mismo, te equivocas. Bienvenidos a mi escapada!
P.D: Hermaniita P.
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